lunes, 20 de agosto de 2012

Miradas


Todavía  no se había normalizado su respiración. Entró al vagón… Notaba cómo las miradas se posaban en él… Pero no era posible, había limpiado la sangre de sus manos.  Y, sin embargo, la mirada azul de la chica que mascaba chicle, del señor con el mono gris, hasta aquella mujer con el cochecito de bebé… todos ellos lo sabían, clavando los ojos en sus pupilas; la agitación de su ser empezaba a ser insoportable… cuando llegó a la parada, sus pasos le encaminaron a la comisaría, el remordimiento agitado a través de las miradas de aquel viaje…

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