jueves, 9 de octubre de 2014

Sensaciones

Hilera de estanterías ordenadas. Los libros, sus páginas, sus palabras, la tinta de la  que se componían estas palabras (en cada una de ellas un concepto, una idea, una realidad nombrada, un contexto diferente, un sonido mental que te transporta, que te eleva, que te hace humana). Amplios ventanales que nos mostraban la ciudad, tan viva y tan antigua a la vez, que crece y muere cada día un poquito, y vuelve a renacer de sus cenizas gracias a las palabras, que pueblan las páginas de los libros de los estantes de las hileras de estanterías, a las que ya no les afea el rostro una capa de polvo, que no brillan, que envejecen por el uso, que mueren con una sonrisa de tinta en sus labios de papel.