martes, 19 de abril de 2016

Jet lag

Dame unos días, un billete de avión y una amiga con el pelo de colores.

Dame las únicas cervezas que no me enamoran, un idioma que a duras penas comprendo y un cielo tan cambiante como la vida misma.

Dame lluvia y viento, trenes puntuales y gotas tras las ventanas.

Y barcos, y más sonrisas, y situaciones que aún no entiendes, y que quizá son la puerta a algo nuevo.

O quizá no.

Pero, sobre todo, dame experiencias, y paisajes, islas desconocidas, interminables paseos y cafés bilingües. Y risas, y nuevas caras, y cuestas y llanos y libros.

Dame idiomas. Enfréntame con mis miedos, déjame plantarles cara y fracasar, y subir y bajar en este viaje que todavía no ve su orilla.

Y, para terminar, no me quites nunca lo que me has dado.

No me alejes de las personas que colorean los paisajes, y que te aprecian aunque tú misma te difumines.

Y cuida a mi amiga, con su pelo de colores, sus sonrisas imprevistas y su enorme corazón.