domingo, 5 de abril de 2015

En recuerdo de Lorca

El siguiente escrito es el resultado de un juego realizado sobre un fragmento de Bodas de sangre, del siempre genial (y recientemente descubierto en toda su profundidad por mí) Federico García Lorca. El ejercicio consistía en adentrarse en el significado del diálogo que mantienen la Novia y Leonardo mientras huyen arrastrados por la imparable fuerza de la sangre, de la pasión que no ve normas ni obstáculos, a través de la interpretación en las rimas internas del texto. De este modo, una de las relaciones tenían lugar en base a una rima asonante en e-o, entre otras. El resultado fue algo propio, inspirado en el texto lorquiano, capaz de despertar la sangre, o la pasión, o la inspiración, a todo aquel que decide sumergirse en sus versos y dejarse llevar por ellos:

Deseo huir de ti, del olor de tus pechos que me enajena, que primero me enamoró pero ha acabado siendo un fuego abrasador que me consume. Deseo matarte o matarme, acabar con esta pesadilla que no me deja vivir. 

Estás en todas partes, en cada uno de mis pasos, en el azul del cielo y en los mosaicos de la pared. 

Deseo olvidarte, pensar que no existes, dejar de sentirte aunque no estés; deseo pero no puedo porque te quiero más que a mí mismo, más que al aire que respiro o mi propia dignidad, que se desvanece a tu lado. 

Tengo un sueño, una remota imagen que se repite noche tras noche. Tú y yo volamos lejos, de la calle y las miradas, de las ventanas con miles de nombres y ninguno cierto. Pero luego me despierto, y me invade tu olor y siento el final. 

Porque el fuego me consume, y he visto castillos de metal y sangre seca, y sé, querido y odiado amor, que esta locura acabará en lamento.