sábado, 29 de abril de 2017

Lola Soledad

Y de nuevo, el pájaro negro sobrevolando mi cabeza.

Soltando su lastre de verdades como puños, de mentiras disfrazadas, de hirientes puñaladas en mi corazón.

Perdiéndome en esta sociedad de imágenes impostadas, que me sumergen en un laberinto de risas sin puerto y miradas sin destinatario.

Pasando sin orden ni concierto, atronando mi torre inclinada, sujeta a los caprichos del viento. Sin amarre, sin destino... sin suerte. Esperando un tren que nunca llega, que nunca llegará, hasta que mis palabras pertenezcan al recuerdo de los que me vieron.

Te espantaré con mis cenizas.