Todavía no se había normalizado su respiración. Entró
al vagón… Notaba cómo las miradas se posaban en él… Pero no era posible, había
limpiado la sangre de sus manos. Y, sin embargo,
la mirada azul de la chica que mascaba chicle, del señor con el mono gris,
hasta aquella mujer con el cochecito de bebé… todos ellos lo sabían, clavando
los ojos en sus pupilas; la agitación de su ser empezaba a ser insoportable…
cuando llegó a la parada, sus pasos le encaminaron a la comisaría, el
remordimiento agitado a través de las miradas de aquel viaje…
Palabras sobre papel que una ráfaga de aire se llevó (o se llevará), pues el camino natural de las palabras es el viento...
lunes, 20 de agosto de 2012
sábado, 18 de agosto de 2012
Tren destino Soria
Después de tantos años, todavía se acuerda de lo que sintió
al ver acercarse aquel trenecito, tan diferente a los Cercanías a los que
estaba acostumbrada. Subió, inquieta, pues no conocía bien su próximo destino. Los
nombres de los diferentes pueblos, Coscurita, Tardelcuende, la imponente
Sigüenza, con su perfil medieval… la llevaban a la gran desconocida. Entre
pinares y traqueteos de tren, Soria llegó, con sus gentes, tan aventureras y a
la vez tan ancladas en el pasado, con el romanticismo de sus antiguos
caserones, con su encanto, que te atrapa y ya no te suelta…
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